Un plan financiero es una parte más que imprescindible en la planificación de un negocio así como a nivel personal. Es decir, recoge los objetivos económicos de una persona física o jurídica así como las estrategias que se van a llevar a cabo para alcanzar dichos objetivos. En ocasiones puede ser complejo y el motivo del artículo es que entiendas su necesidad y las ventajas de que tu organización tenga uno.
¿Quién debería hacer un plan financiero?
Desde luego, ¡todo el mundo! Ser capaz de controlar y planificar tus finanzas es vital para la correcta consecución de objetivos.
No obstante, es más que necesario cuando estamos hablando de negocios, empresas y emprendimiento.
Cuando se lleva a cabo un plan financiero, se conoce la necesidad de financiación a corto y largo plazo además de la viabilidad económica y posibles retornos y conversiones. Además, permite analizar el volumen mínimo de ventas necesaria para empezar a ganar dinero, superar el famoso punto muerto y estudiar posibles factores que puedan afectar a la empresa de manera positiva o negativa.
Beneficios de realizar un plan financiero
Superar el temido primer año de cualquier negocio será mucho más fácil con un buen plan financiero. Se pueden destacar los siguientes beneficios:
- Saber si la idea es rentable o tenemos que retirarnos a tiempo.
- Saber cuál es la capacidad de producción con la que se cuenta.
- Identificar cuál será la inversión inicial necesaria hasta conseguir beneficios.
- Identificar fuentes de financiación.
- Definir estrategias a corto, medio y largo plazo para mejorar la situación financiera.
- Dar a conocer toda la información financiera a socios, proveedores, inversores…
Pasos de un plan financiero
Aunque hay diferentes formas de seguirlo, podríamos simplificarlo en:
#1 Cuantificar el patrimonio
Se necesita recopilar información de activos y pasivos, restarlos y obtener el patrimonio.
Recordamos que, de manera simple, los activos serían los beneficios presentes o futuros y los pasivos las deudas u obligaciones que se tienen en la empresa actualmente o en el futuro.
#2 Estimar el flujo de caja
En esta ocasión, se tendrá que tener en cuenta dos aspectos: ingresos futuros y egresos futuros.
Estos primeros en la mayoría de ocasiones dependen de las ventas estimadas, mientras que los egresos futuros recogen la información de las deudas y obligaciones que se tienen pendiente (aunque también pueden acogerse otros conceptos como la amortización).
#3 Definir objetivos
Tener objetivos claros y metas alcanzables es vital no sólo para una empresa sino para una persona física también.
Mientras que para una empresa puede ser, por ejemplo, una subida del 2% del beneficio en X periodo de tiempo (simplificándolo mucho), para una persona puede ser el plan para tener una jubilación cómoda.
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