Si existe una herramienta eficaz para conocer la situación de una empresa, esta es la que nos permite analizar los ratios financieros. La toma de decisiones y la gestión empresarial pasa controles de evaluación y ajuste de estos ratios, que sirven para controlar las finanzas de una manera más precisa.

Qué son los ratios financieros

Los ratios financieros son los indicadores de la situación de la empresa. Consiguen hacer un análisis pormenorizado del balance económico de la organización, estableciendo relación entre distintas unidades financieras. 

Esta comparación, a lo largo del tiempo, ofrece respuestas concretas sobre la correcta gestión empresarial, lo que permite una adaptación más temprana de posibles cambios y, en consecuencia, contar con soluciones más eficaces.

Principales ratios financieros y para qué sirven

Algunos de los ratios financieros más importantes son los de rentabilidad económica, rentabilidad financiera, liquidez, solvencia y eficiencia.

Rentabilidad económica

Su objetivo es explicar el rendimiento obtenido por las inversiones empresariales independientemente de las fuentes de financiación que utilice. Este ratio es idóneo para analizar la eficiencia de la gestión empresarial.

Se calcula multiplicando el margen de beneficio sobre las ventas entre la rotación de los activos: 

ROA = Margen x Rotación

Rentabilidad financiera

Señala la rentabilidad de la inversión de los accionistas de una organización.

Se calcula relacionando el beneficio neto que proporciona la empresa con aquellos recursos facilitados por el inversor.

ROE = (Beneficio Neto / Recursos Propios) x 100

La rentabilidad (económica y financiera) es la capacidad de obtener beneficios con el capital que ha sido invertido. Lo normal es que las organizaciones no sean rentables al comienzo de su actividad, siendo fundamental para que sean viables que sí lo sean en el medio plazo.

Liquidez

Da una respuesta muy concreta a la pregunta: “¿puede mi empresa afrontar los pagos a corto plazo?” Considerándose que la empresa cuenta con estabilidad financiera si la diferencia entre activos corrientes y deudas a corto plazo es positiva. No obstante e independientemente del resultado obtenido, es recomendable compararlo con otros competidores con el fin de tener una respuesta definitiva y concisa sobre si la organización está haciendo las cosas de manera correcta.

Ratio Circulante = Activo Corriente / Pasivo Corriente

Gracias a ella se puede hacer frente a las obligaciones financieras de manera inmediata. Si una organización mantiene inventarios elevados o altos compromisos de pago, su liquidez se verá afectada.

Solvencia

La solvencia relaciona dos variables: el activo total de la empresa dividido entre el pasivo total. El resultado de esta operación es una fotografía estática de la capacidad que tiene la organización para poder hacer frente a las obligaciones de pago. En otras palabras, permite conocer si la empresa podrá llegar a tener problemas de pago a largo plazo.

Ratio Endeudamiento = Deuda Total / Patrimonio Neto

Su principal objetivo es el de mantener bajo el volumen de deudas de la organización. Por lo tanto, su elemento fundamental es el grado de apalancamiento financiero (peso de la deuda en relación a los fondos propios de una empresa)

Eficiencia

Se puede medir gracias al ratio de rotación, que analiza la rentabilidad económica de una empresa a partir del cociente entre las ventas y el total de activos. Permite, de este modo, medir la capacidad de generar ingresos (y, en consecuencia, beneficios)

Rotación Activos = Ventas / Activo Total

Su principal objetivo es medir la capacidad de una organización para generar beneficios e ingresos. Si se mantienen los elementos de un negocio en circulación, incrementará la posibilidad de aumentar la facturación.

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